viernes, 15 de febrero de 2013

Mi hermana tiene gafas.

Dejad que os cuente una historia sobre una chica que la he visto nacer y crecer, reír y llorar, dormir y gritar... Una de las mujeres más importantes de mi vida, aunque ni sea una mujer aún.
Un 15 de Diciembre de 1997, nació el terremoto de la casa, el ser cuya fuerza y coraje traspasa fronteras, y al decir fronteras me refiero a la paciencia de mi maravillosa mamá linda, sin ánimo de pelotear. Aún recuerdo cuando llegué de la guardería y la vi en el sofá... Anabel le pusieron como nombre, y cuando sólo era un bebé apenas formaba ruido ni siquiera era traviesa...
Todo comenzó el dichoso día que aprendió a hablar, ya mi padre cambió de José Antonio a ser llamado como ''Papilu'', sí a eso me refiero.
Dichosa la abuela Nati que al verla dijo: "Oy, oy, oy esta niña va a ser mu inteligente, mira qué grandes tiene los ojos", Dios te escuche querida abuela, si a partir de su primer curso la recogida de notas era un sinvivir para nuestra madre, un "Mamá me van a quedar dos" y caían 5 suspensos, sí sí esa es mi hermana.
Siempre he sido un pesado y un pejigueras eso sí, me encantaba enfadarla, molestarle, y hasta a veces acabábamos pegándonos cual posesos en la buhardilla... Y es que hemos vivido tantos buenos y malos momentos, que ahora que vivo lejos por muy pesado que haya sido en el fondo te echo de menos.
Y cómo no mencionar el fabuloso día que apareció en casa por primera vez con sus gafas... ¡Ay Dios! desde entonces es nuestra 'gafas', y en su cuarto reside un regalo mío muy original el cual es un cojín con la cita: "Olé mi Gafas" y ahora que se ha puesto lentillas me siento desolado y sin ganas de vivir.
Cada fin de semana es una lucha constante en cuerpo y alma con las puertas, ya que el sargento que tenemos por madre nos hace pasar por la 'Mili' antes de que puedas recogerte más tarde de las 12, tranquila hermana todo se supera.
Portazos, llantos, gritos, 'qué me dejes'... todo tipo de aberraciones contra la dignidad de nuestra madre cuando la castigan y es que me pregunto: "Mamá, ¿a quién ha salido esta niña? con lo bueno que soy jeje".
Los hermanos siempre tienden a pelearse constantemente incluso a llegar a tal punto de odiarse, pero nosotros somos diferentes, somos uña y carne y aunque todavía sea una mierdecilla enana en el fondo la quiero. Olé nosotros hermanita y "Leilo, lelo... LOLEILOOOOO".
UN SALUDO DE TU HERMANO MAYOR DESDE SEVILLA.
Y QUE SEPÁIS QUE PARA MÍ, MI HERMANA SIEMPRE TENDRÁ GAFAS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario