jueves, 14 de junio de 2012

Felicidad, qué bonito nombre tienes...

Cuando la inspiración llama a las puertas de mi casa, cuando el sol que aparece por la ventana me despierta y me deja escribir, cuando solo sueño con letras y mis pensamientos se funden en la anatomía de una sintaxis... Cuando solo nos planteamos el qué nos hace feliz y aun no sabes ni donde está, ni qué es... Es fácil decir:"Soy feliz", pero ¿con qué? ¿qué es eso tan importante que posees que te hace feliz?... Pues chicos, la vida misma, el motivo por el cual estamos aquí, el motivo y la razón por la que lanzo estas líneas, la fe con la que conseguimos nuestras metas y a los segundos nos olvidamos de ella, la pura ambición que codicia al ser humano. Vivimos en una sociedad de iletrados, ignorantes que ignoran su ignorancia, vagabundos del expresionismo, y secos de inteligencia. Donde el dinero es la cumbre, la fama y la lujuria, el poder. Hay dos caminos, el largo y el corto, para nuestras metas, pero ¿por qué siempre elegimos el corto? la manera más fácil de salir de dudas, la ignorancia. Vivimos en un mundo donde abunda el "no sé", el "me da igual", el "qué más me da"... Sin complicarnos, fácil, con un lento ritmo de acción y pasividad como estilo de vida... pero ¿acertamos con esa salida? ¿somos lo suficientemente capaces de superar nuestras metas por el camino largo?... Los andaluces tenemos fama de pasivos y tranquilos, flojos, pero creo que vivimos en un mundo de andaluces, un mundo donde los "por qués" no sirven de nada, un mundo de irrelevancia la cual nos ciega, un mundo que repugna los saberes, y es que queridos míos somos flojos, pasivos, inconstantes, suaves, tranquilos y sobre todo vividores. Hay que ser vividor, soñador, pacifista y amante del sexo, humano y creativo. Vivimos para morir, ¿Qué más da las preocupaciones? ¿qué más da si acabaremos en el mismo cajón por muchos millones que tengas, por muchos avales que hagan de añorar, por muchas palabras expuestas sin sentido alguno y nos las demos de inteligentes? Para mi opinión, seamos vividores y soñadores, que nada nos pare, nos agobie ni no nos deje seguir luchando y sobre todo ser felices. Eso constituye la felicidad, el cuando, como y donde quiero yo, el "yoismo" que nos aplaca... por eso seamos felices, soñadores, vividores... disfrutemos de nuestra vida mientras sigamos vivos, soñemos con una muerte lejana y vivamos el presente sin preocupaciones del futuro, donde nosotros cambiaremos el mundo con nuestra forma de pensar, capaces de hacer llorar de felicidad a alguien con nuestras palabras... eso es lo bello y lo que realmente me hace feliz. Señoras y caballeros, niños y ancianos, vivos, sigamos disfrutando de la vida que vivimos, de nuestra pura felicidad... Cuando la inspiración llama a las puertas de mi casa...