jueves, 20 de diciembre de 2012

Feliz Navidad 2012.

Otro año más...

Jejejeje.


Otro año más igual. Llegan las vacaciones de Navidad, y de qué mejor manera si no es ésta. Vamos a darle un poco de cachondeo ¿no? Aunque este año no vaya a ser el mejor en cuanto al tema económico gracias a unos ladrones, maleantes y depredadores que se hacen llamar políticos, espero que todavía tengáis un hueco para el humor navideño.
Han llegado las fechas, sí, esas fechas en las que gente que no te habla en todo el año te felicita con mensajes groseros y de mal gusto en los que te invitan a cenar su pubis. Sí, son estas fechas. ¿Cuántas cadenas de mensaje habremos recibido en las que "o pasas esto a todos tus contactos o tendrás un año de mala suerte"? Yo ya he muerto unas 3,456.897 veces por ignorarlas y los años que he pasado son horripilantes, nótese la ironía.

 Estas fechas en las que pobres niños se enteran de la verdadera personalidad de los Reyes Magos y la gran mentira que se esconde tras ellos, jeje ¿eh papás? Y todo por la culpa del primo cabrón de 12 años, no más, que le incita a mirar en ese armario.
Sí, estas son las fechas. Y más tópicos sueltos, como la tía tuya que te ve llegar y parece que trae estudiado de casa el:
-"¡¡¡Ay el niño, que grande está!!! Estás hecho un hombrecito..." (y acto seguido el pellizco en el moflete y de forma seguida la pregunta:)
-"¿Y las novias qué? Eh? pillín..."
 (Señora por favor, si no me ve desde la comunión...)

Sí y es que me encantan estos tiempos, sobre todo las comidas familiares donde el gracioso de la familia forma el taco y la tía seria impone su orden en la mesa. ¡Me encanta!, porque ese gracioso soy yo. Sí, el mismo que unas navidades le llenó el coche de limones al vecino, el que tiraba plástico en la chimenea para intoxicar a media familia, el mismo que llenó la botella de refresco con vino... y es que estos tiempos me traen buenos recuerdos, porque en realidad todos hemos madurado (JAJAJAJA).

Bueno eso, llegan las uvas. Todos reunidos en la mesa para entrar juntos en el nuevo año que se acerca y llega el momento desagrable y a la vez gracioso: Una persona tose. Sigue comiendo uvas. Tose todavía más. Risas. Trozos de uva escupida por la mesa. Más risas. Y así como todos los años. Y es que me encantan estas fechas. Sin olvidar que es la etapa donde el fuego de los que se fueron revive, y se les echa de menos... Estoy seguro de que están orgullosos de nosotros y están aquí echando unas risas.

Toda la familia desde el más retaco al más purista. Llegan los regalos. Pijamas vuelan, y el caviar se ha convertido en sirope del Mercadona, pero aún así hay motivos para estar felices, ¿qué más podemos pedir? Pero eso sí, siempre aparece tu tía/o con tu regalo y piensas:
-"Ojú, todos los años con las mismas horteridades".(Lo abres. No falla, es horterísimo.)
-"¿Te gusta?".
 (Y a tu mente llega la luz, esa respuesta maravillosa de):
 -"¡¡Está guapísimo!!". 
Entonces es cuando te acercas a tu madre y le preguntas si le ha dado el ticket de descambio. Somos así.
Es siempre igual y por eso me encantan estas fechas. Así que os deseo a todos una misma Feliz Navidad y lo más importante...
CUIDADO CON LOS POLVORONES CADUCADOS Y EL EXCESO DE CHAMPÁN EN FIN DE AÑO, Y LO QUE NO ES CHAMPÁN.

FELIZ NAVIDAD 2012.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Trasto del demonio. Enganchado me tienes...

Hoy en día, todos hemos cambiado. Las redes sociales se han apoderado de nuestro diminuto cerebro, de nuestra personalidad y de nuestras relaciones personales. Ya se quedaron en el baúl de los recuerdos las cartas por correo, las postales a domicilio, las llamadas a casa... Ahora es distinto, las cartas de amor se mandan por mensajes privados, las felicitaciones por menciones, las llamadas de atención por favoritos, los piropos por retweets...
Las redes sociales actualmente son el medio de comunicación más utilizado en el mundo, tanto Twitter como Facebook, y llega hasta tal punto que nos aleja poco a poco de nuestros seres más cercanos. Por ejemplo, ese silencio que se interpone en una conversación para revisar las notificaciones en tu nuevo móvil de última generación que hasta te lava la ropa, se ha convertido en uno de nuestros gestos preferidos, o ¿qué me decís de esas parejas que veis sentadas en un banco mirando sus móviles cual posesos en celo? Maldita tecnología, culpable de separaciones matrimoniales incluso más que el dinero. Móviles cargados de batería por el diablo.
Ya no existen los diarios, ahora se llama Twitter. Ya no existen los álbumes de fotos si no es en Facebook, ahora los pensamientos se llaman "Tweets" y los piropos "Me gusta". Estamos jodidamente encerrados en esta red. Nos levantamos con el móvil en lugar del peluche. Hemos cambiado por un trasto del demonio, pero en el fondo nos gusta.